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UN CRECIMIENTO METEÓRICO DE LA MANO DE SAN JUAN
El despegue del fútbol como deporte en Pamplona y de Osasuna como institución tuvo en la construcción del campo de fútbol de San Juan un elemento clave. El nuevo club había iniciado sus andanzas en los campos del Ensanche e Hipódromo, los cuales no podían albergar el incipiente interés que generaban los rojillos en la capital navarra. Tanto fue así que el 8 de febrero de 1922, siendo presidente Rafael Álvarez Enciso, Osasuna y el Ayuntamiento de Pamplona firmaron las escrituras de arrendamiento (500 pesetas anuales) de unos terrenos junto a las huertas del barrio de San Juan.

Inauguración del campo de San Juan.
El campo de fútbol se inauguraría el 21 de mayo de 1922 con el Arenas de Guecho, que había sido campeón de la Copa de España de 1919, como contrincante. Un total de 4.000 personas asistieron al evento y vieron la victoria de los navarros por 2-0, con goles de Juanito Urquizu y Zala. La explosión del fútbol como deporte de masas obligaría a una gran remodelación sólo cuatro años después, en 1926, cuando se ampliaron las dimensiones del terreno de juego y el aforo, que alcanzaba los 9.000 espectadores. Cuatro décadas después y cuando San Juan vivía sus últimos días para dar el testigo a El Sadar, alcanzaría las 20.000 personas de capacidad.
En lo estrictamente deportivo, Osasuna entabló una gran rivalidad con adversarios guipuzcoanos con mayor experiencia como el Tolosa, Real Unión y Real Sociedad. En 1923, llegaría al club como entrenador el alemán Walter Gerbart, respondiendo al interés de la directiva en implementar la metodología de un fútbol más desarrollado en aquellos tiempos como el centroeuropeo. Dos meses después de su llegada, Walter decidió que también se vestiría de corto, convirtiéndose en el primer futbolista extranjero de la historia de Osasuna, que tardaría 63 años en alinear a otro, el danés Michael Pedersen.
En 1924 llegaría el primer gran hito deportivo de Osasuna, ya que alcanzó la final del Campeonato de España de la Serie B. Aunque el equipo perdería ante el Acero de Bilbao (2-1) en Sevilla, la expectación provocada y la implicación del Ayuntamiento en club convertían ya a Osasuna en el club de referencia de Pamplona apenas cuatro años después de su nacimiento.
La primera década de Osasuna alumbró también a su primer gran ídolo: Seve Goiburu. Sus goles desataban la pasión en las gradas de San Juan, aunque también traspasaron fronteras, ya que en 1926 logró marcar un tanto con la selección española ante Inglaterra. No obstante, antes de su llegada a la selección había tenido lugar la de Juanín Bilbao, que se convirtió en el primer internacional rojillo. Dos talentos incipientes que ilusionaban a la afición tendrían un final muy diferente. El extremo Jaime Lazcano ficharía por el Real Madrid en una de las grandes primeras polémicas y Florián Ochoa fallecería con solo 26 años en 1929, lo cual ocasionó un profundo duelo entre la afición.
Uno de los principales hitos de la década fue la creación del Campeonato Nacional de Liga en 1928. Osasuna comenzaría su andadura en el segundo grupo de Segunda División, aunque una temporada después el club renunció a participar al no estar conforme con el grupo en el que había sido encuadrado, por lo que en los años treinta Osasuna tendría que comenzar su escalada deportiva desde la Tercera División.